Pseudoterapias

Esta semana me han entrevistado y el tema era las Pseudoterapias.  Parece que el Ministerio de Sanidad ha emitido una serie de informes sobre este tema.  Y digo “era” porque realmente nadie me había dicho de qué se iba a tratar realmente.  Me dijo Natalia, la entrevistadora de TV Castilla y León que me iban a hacer unas preguntas sobre salud… y ya….puf!

¡Claro que dije que sí! Como todos sabéis llevo años difundiendo el yoga para y por la salud, fundamentalmente.  Aunque yo creo en el camino del yoga, entiendo que mucha gente se acerca para estar en forma, resolver problemas de salud o realizar una actividad “light”…jejeje

Me río porque mis alumnos podrían hablar de lo “light” que es el yoga.

Estudio, trabajo, practico y enseño en la línea del Maestro Iyengar, y para mí, no hay mucho más que añadir.  En yoga, como en botica, existen muchos tipos y no todos sirven para todos los males y todas las personas.  Supongo que aquellos que comprueban en su cuerpo los beneficios de estas pseudoterapias estarán dispuestos a ofrecer su testimonio.  Yo tengo miles de testimonios, pero los que más puedo atestiguar son los beneficios que he sentido yo misma en mis propios problemas (condromalacia nivel III y vejigas de Baker, síndrome sacro-ilíaco, varias caídas fuertes a caballo y su recuperación, desgaste de cervicales y tensiones varias, menopausia, etc, etc…)

Le he preguntado a chat GPT y me ha respondido:

¿Es el yoga una pseudo terapia o es una terapia real?

El yoga es una práctica milenaria que combina posturas físicas, respiración consciente y meditación para promover el bienestar físico, mental y emocional. Si bien no es una terapia en el sentido tradicional, muchas personas encuentran beneficios terapéuticos al practicarlo. Se ha demostrado que el yoga puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la flexibilidad y fortaleza física, así como promover la relajación y la atención plena.

En algunos contextos, el yoga se utiliza como complemento a la terapia tradicional para tratar una variedad de condiciones, como la ansiedad, la depresión, el trastorno de estrés postraumático y el dolor crónico. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el yoga por sí solo no puede reemplazar la atención médica o psicológica profesional cuando se trata de trastornos de salud mental o física. En este sentido, se puede considerar al yoga como una forma de terapia complementaria, que puede ser beneficiosa en conjunto con otros enfoques terapéuticos.

Halasana, alumna con fibromialgia y enfermedad degenerativa con problemas de equilibrio.

Con esta gran herramienta que es el yoga se pueden paliar dolores y trastornos, se pueden mejorar determinadas situaciones e incluso pueden eliminarse por completo dolencias y problemas terapéuticos.

  • En primer lugar recolocamos la postura, esto por sí solo YA ES TERAPÉUTICO.
  • En segundo lugar podemos adaptar el abanico de posturas a cada persona, utilizando apoyos (mantas, cinturones, sillas, etc) y elegir cuáles pueden ser las posturas y secuencias más beneficiosas para su caso particular.

El yoga es un campo inmenso que puede ayudar a paliar dolores como el caso de las hernias, incluso revertir protusiones, elevar el ánimo de una persona depresiva, resolver problemas de fecundidad y problemas ginecológicos, urinarios, etc, mejorar la calidad del sueño y de la respiración (asmáticos).

El yoga no es una medicina, el yoga es un régimen de vida que se adapta a tus momentos y tus situaciones, también en dolencias crónicas y situaciones de enfermedad puntuales.  Ante una migraña, una fibromialgia o una flebitis…podemos utilizar el yoga como paliativo.

Hay muchísima referencia bibliográfica científica que avala la eficacia de yoga ante problemas de distinta índole.  Por tanto, ayuda más bien poco a la difusión del yoga y su capacidad de alivio, cura o soporte, tachar el yoga de pseudoterapia.

     Avalado por la OMS

Teniendo en cuenta además, señores ministeriales, que el Yoga tiene el apoyo de la OMS como terapia alternativa o actividad habitual que ayudaría enormemente a paliar los gastos médicos y farmacéuticos de una población occidental que, globalmente, está envejeciendo.

Significado de Terapia en la RAE:

Tratamiento empleado en diversas enfermedades somáticas y psíquicas, que tiene como finalidad rehabilitar al paciente haciéndole realizar las acciones y movimientos de la vida diaria.

Creo firmemente que le yoga puede ser considerado como terapia, si la fisioterapia lo es.  Creo que el yoga puede ayudar a rehabilitar multitud de circunstancias terapéuticas en la vida de una persona y que ésta se favorezca ENORMEMENTE de la práctica de yoga.

Vuelvo a repetir: No creo en todos los yogas o al menos en el aporte terapéutico que puedan llegar a producir, pero desde luego el yoga que nos transmitió BKS Iyengar es indudablemente terapéutico.

Con esto intento calmar la FURIA que tengo por el daño que puede volcarse a la sociedad injuriando de alguna manera, un arma de salud tan poderosa como es el YOGA.

¿Profesor de Yoga se hace o se nace?

¿Cueces o enriqueces? Me recuerda a esto de que ¿el profesor de Yoga se hace o se nace?…jejeje

Actualmente imparto formaciones de profesores. Empujada por mi propio profesor, François Raoult, me lancé a crear un curriculum formativo que cubriera los estándares internacionales de formación… y al ataqueeerrrr…  Como casi todo en el mundo del yoga, me ha venido “dado” o lo que es lo mismo –o parecido- “empujado”.

Yo sólo quería compartir mi aprendizaje que estaba siendo increíble y muy sanador o saludable.  A partir de ahí comenzaron las serendipias.  Un profesor que nos anima a enseñar en petit comité, en nuestro entorno cercano, amigos, cole del niño, allí donde algunos puedan reunirse para compartir y recibir clases de yoga… y allí que me lancé: a compartir…

Busqué un lugar, un centro de yoga donde poder enseñar.  Compré material, ayudé a otros a comprar su material.  Siempre intento motivar a todos a practicar en casa, a meter el yoga en su vida.

Amma, Swami Dayananda… todo me conducía a la profundización en las raíces.  Mis clases, mi obsesión por formarme con “certificado” y poder enseñar como “dios manda”…  Pero la realidad es ¿Cómo manda Dios?… uhmmm

Dios no manda, regula, establece ni te dice que te certifiques…¡¡¡Válgame Dios!!!  Dios, o el espíritu, o el infinito o la energía, o como quiera que cada uno le llame… sólo nos pide que sintamos y que encaucemos los sentimientos.  En fin, esto es sólo una idea, de esas locas ideas mías…jejej

En todo caso mi recorrido en la formación de Yoga Iyengar fue enriquecedor y frustrante a la vez.  La formación de un profesor de Yoga Iyengar ® es exhaustiva y agotadora, a nivel físico… no tanto a otros niveles o capas del Ser.  Pero como todas van juntas…pues no puedo decir nada.

Yo, culo inquieto (como me decían los compis en la uni), no paraba de hacer cursos, talleres, semanas de profundización… por aquí, por allá… encontré a François, alumno directo de BKS Iyengar, y me cautivó con su singular simpatía y forma de ver la vida.  Yes…he is my very reliable teacher!

My teacher & me

Y después de dos formaciones (200 y 300 horas) y mucho trabajo, muchos años, muchas clases, muchos intensivos, cursos de verano, etc…  Fue François el que me animó (o empujó) a formar a otros.

Y en estas me encuentro: ¿Le apruebo o no le apruebo?  Difícil coyuntura.  Sip… más difícil que ser alumno, practicante o profesor, es tener que valorar o certificar a los demás.

Y de todo este periplo, o de estos polvos, vienen estos otros lodos: ¿Profesor de yoga se nace o se hace?  Pregunta más que retórica de fácil contestación: SE APRENDE y se evoluciona continuamente.

Muchas cosas se aprenden, otras se llevan dentro y otras se van desarrollando.

Lo que está claro es que hacer una formación de yoga (TT-200) no te da las tablas, la energía, el amor por el arte, las ganas de practicar y enseñar, la capacidad de transmitir, la capacidad de empatizar y entender al alumno.  En fin, esto hay que sentirlo o vivirlo.  También, en parte se aprende.  Aunque sí te da mucho información, técnica, raíces, competencia, pedagogía, etc, etc…

Pero lo más importante, lo que me hizo a mí misma ser profesora de yoga, es sentir mi necesidad de compartir y enseñar.  Sentir la necesidad de APRENDER y practicar.  Ir a muchas clases, observar a mis profesores: Cómo explica un detalle, cómo entona la voz en cada momento peculiar, cómo es capaz de adaptar a varias personas sin perder detalle del entorno, las variaciones en las posturas, las secuencias, etc, etc…

Empecé a enseñar sin título, me certifiqué por ese afán de que alguien externo te dé el visto bueno y un titulito que colgar en la pared.  Pero como decía aquel (no recuerdo quién fue aquel):

El profesor de yoga es el que tiene alumnos.

Lo que ocurre es que cuando ejerces de profesor de yoga (como de cualquier cosa) no debes dejar de aprender y acudir a clases, practicar, interiorizar, ponerte en el lugar del alumno, estudiar y estudiar…

Pero hoy en día, en nuestra sociedad, ese título es necesario, o lo va siendo…por aquello del intrusismo y la valentía de algunos en erigirse en lo que no son o no pueden ser.  Este tema sería un interesante debate para otro día.

Por último tengo que decir que tener una formación o un título… es como aquello del “hábito no hace al monje”.  En mi opinión el profesor de yoga se forma día a día aprendiendo de sus profesores, sus compañeros, su propia práctica y su estudio.  Algo que por otro lado se describe en los vedas.

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Dios les cría y ellos se juntan…jajajaj

¿Qué aprendo cuando doy clases de yoga?

¿Qué aprendo cuando doy clases de yoga? es una gran reflexión después de casi 15 años de enseñanza.

Empecé a dar clases por vocación, por compartir lo bueno que me estaba regalando la práctica correcta de yoga. Sin título, sin centro, sin nada…en mi casa, con dos amigas…jejeje

Como practicante de yoga…

…no puedo hablar más que de todo lo bueno que me ha proporcionado el yoga para mi vida: Salud, recuperación de lesiones, mejoras personales, personas, hábitos, desarrollo…

Practicando «siempre» YOGA

Después de una larga trayectoria de aprendizaje, vino esa otra de enseñanza…y en esas estamos…jejeje

En esta “otra etapa”…

…la de la enseñanza, el aprendizaje ha sido y sigue siendo BRUTAL.

Cuando practicas, disfrutas de tu pasión, tu hobby, te regalas tus momentos o tu aislamiento en el antideslizante.  Tus momentos de gloria y de frustración se dirimen contig@ mism@ en ese pequeño cuadrilátero o más bien, en ese rectángulo que es tu antideslizante. Y afortunadamente sueles incorporarte a la vida con más alegría, más energía, triunfante…

Cuando enseñas la cosa cambia…tiene sus más y sus menos, sus días brillantes y sus días más grises, tus relaciones humanas ponen en jaque tu paciencia, devoción, compasión, humildad, generosidad, fe, capacidad, tolerancia…puf… entre un sinfín de atributos más…

Tu autopercepción cambia y ya no eres tú y tu práctica, eres tú y un montón de ojos que te observan, cuerpos que esperan instrucciones y corazones que laten esperando….una mirada de aprobación, calor, un saber estar, la palabra justa y adecuada…puf…

Recuerdo mi primera vez frente a una clase de otro profe.  Iba de sustituta en pruebas, por si acaso se quedaban conmigo…madreeeeeeeeee……….una dura prueba de valentía.

Me sentía diminuta frente a una clase de personas adiestradas en la práctica.  Rectos y disciplinados, esperando instrucciones…aaaayyyyy….estaba tan nerviosa que me inventé la invocación…jajajaj… y eso que me la sabía de rechupete por mis clases habituales…jajajaj… un manojo de nervios y mucho estrés.  Pero cuando empecé a enseñar mi secuencia, algo se apoderó de mi…jejej…mi otra yo más elevada, que no se preocupa por mis lorzas, ni mi pelo, esa otra que sólo ve acciones, pies, piernas, brazos…y que es capaz de ir corrigiendo a diestro y siniestro…jajajaja

BIEN…

Enseñar Yoga

Dar clases de yoga no es una actividad baladí.

No es un aprendizaje de segunda fila.  Sip…no son matemáticas, pero puede ser más complicado.

Afortunadamente con los años vas asentándote también como profesora, dominas no sólo la técnica (eso lo aprendes con la práctica personal y es lo fundamental) sino aprendes cómo debes actuar, qué palabras usar, cómo manejar las instrucciones manuales y verbales, cómo llegar, cómo ejecutar y mostrar…etc…etc…etc…

Y cuando empiezas un poquito a estar más tranquila te das cuenta de los aprendizajes que estás adquiriendo:

[¿Qué aprendo cuando doy clases de yoga?]  Más dominio de ti misma, más cuidadosa en tu interacción, más compasiva con las personas que te rodean, más silenciosa y más observadora, más profunda en tus reflexiones…más a favor de los Yamas y Niyamas y menos del conflicto y la pelea.  Más comprensiva, más tolerante, más humana.  El Yoga te está calando.

Hubo un día, observando a mis alumnos en Savasana, postura de descanso, postura del cadáver, postura final… observando sus rostros suaves, su piel destensada y su cuerpo relajado, sentí como mías las verdades universales, humanas, mágicas… más allá de las palabras. Una magia de comunión, de igualdad, de amor…de fusión…o ¿yoga?

Bueno…muchos días, muchos alumnos, muchas clases, talleres, cursos…mucho yoga…y al final, siempre APRENDIZAJE.

Hari Om Tat Sat

 

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Ashtanga Yoga de Patanjali

El yoga de los ocho pasos o “Ashtanga Yoga” es el yoga de Patanjali. Sin más.  No comments…jejeje

Mitad serpiente, mitad hombre: Patanjali y sus atributos.

Hoy en día conocemos Ashtanga® como un método de yoga que aprendió Pattabhi Jois de la mano de Krishnamacharya.   Este último tuvo muchos discípulos y supongo, que a todos enseñó el mismo tipo de yoga: el de Patanjali

Tirumalai Krishnamacharya (1888–1989) fue un influyente maestro de yoga y Ayurveda de la India, considerado como uno de los arquitectos del yoga moderno. Su legado y enseñanzas han tenido un profundo impacto en la difusión y evolución del yoga en todo el mundo.

Krishnamacharya dejó un impacto perdurable en el mundo del yoga, ya que fue el Maestro de muchos de los yoguis más influyentes del siglo XX, incluidos B.K.S. Iyengar, Pattabhi Jois y su propio hijo, T.K.V. Desikachar. Cada uno desarrolló su propio enfoque basado en las enseñanzas de Krishnamacharya.

CONCLUSIÓN: casi todos los occidentales practicamos en la línea de Patanjali y sus sutras serían la base en la cual se asienta la práctica.

Puntos a tener en cuenta sobre los Yoga Sutras:

  1. Patanjali habla en sus 196 aforismos o sutras de la filosofía y la ciencia del yoga, de cómo el ser humano puede hacer para liberarse de las cadenas del sufrimiento.
  2. De los 196 sutras se hace referencia específica a “asana” en tan sólo dos sutras*.
  3. Hoy sabemos que Krishnamacharya y otros** unieron la gimnasia sueca, con posturas de yoga y desarrollaron el cuerpo de lo que hoy se considera el yoga. Y también sabemos que cada día aparecen variantes y nuevas posturas. Yoga-asana no es lo que creemos.  El yoga evoluciona hacia un tipo de calistenia o ejercicio físico, eso sí, muy muy completo (gracias a la contribución de las invertidas y a la gran variabilidad de posturas y grupos posturales, de aquí la importancia de las secuenciación diaria, semanal, mensual).

Pero de esto que estoy hablando es sólo de la práctica de ASANA, un simple y pequeño apartado de lo que constituye el corpus del yoga.

Por eso, cada día me doy más cuenta de la importancia de adaptar mi práctica a mis circunstancias.  Porque lo que realmente nos indica Patanjali es lo que también decía el poeta romano Juvenal:

Mens sana in corpore sano

El discóbolo de Mirón, la perfección en el cuerpo…o ¿El David de Miguel Ángel?

Desde el cuerpo más grosero, el cuerpo físico, vamos yendo hacia los cuerpos más sutiles –mental, energético, espiritual, de dicha-.  Pero el cuerpo como vasija contenedora es importante, pero no es el objetivo real de la práctica de YOGA.

Por eso, las disquisiciones sobre “Yo practico Iyengar y tu Ashtanga” «¿Ashtanga Yoga? “Yo hago vinyasa, tu hatha” ¿Hatha Yoga?… no tienen mucho sentido y menos tendrán cuanto más nos alejemos de sus orígenes.  Desde mi punto de vista, por mucha que se intente mantener la enseñanza de un Maestro intacta a través de asociaciones es imposible, una utopía.

La enseñanza y la transmisión, como el mismo ser humano, son susceptibles de evolucionar -afortunadamente-.

La vida es pura evolución y a partir de unos años a esta parte, parece como que todo se ha disparado en velocidad.  Y así es y así debemos entender y adaptarnos.

¿Y yo? ¿Qué practico?…pues yo me quedo en la enseñanza aprehendida -y aprendida- de aquí y de allá.  Desde los profesores más grandes en la línea Iyengar hasta otros, también muy grandes, que han evolucionado en sus formas, aprendizajes y comprensiones.  Donna Farhi, Martine Le Chenic, François Raoult, Judith Hanson Lasater, etc…son ejemplos de profesores que conocen muy a fondo el sistema Iyengar, pero han evolucionado en sus formas.

Y así es como debe ser.

Somos miles de seres humanos en la tierra y a todos no nos va bien lo mismo.  El keniata corredor tiene poco que ver con los maoríes y sus Hakas.  Suerte tuve con la baraja famosa de las familias…jajjajaja….que disfrutamos los niños de mi generación…jeeje

En definitiva y en resumiendo… la práctica física de yoga que tanto nos separa, no es otra cosa que mantener un cuerpo sano, equilibrado, con sus capacidades en óptimas condiciones de uso.  Si tengo una minusvalía procuraré que mi cuerpo sea funcional y siga siéndolo.

Yo también practico Ashtanga Yoga…pero el de Patanjali.

Hari Om Tat Sat

aaaahhhh…y para la salud y complementar tu práctica…jejeje… cómprate mi libro AQUÍ.

*En los Yoga Sutras de Patanjali, se hace referencia específica a las asanas en dos sutras:
  • Sutra 2.46: «Sthira-sukham āsanam» – Este sutra se traduce comúnmente como «La postura debe ser estable y cómoda». Aquí, Patanjali establece la importancia de la estabilidad (sthira) y la comodidad (sukha) en la práctica de las asanas. Este sutra proporciona la base para entender la importancia de mantener un equilibrio entre firmeza y facilidad en la postura física.
  • Sutra 2.47: «Prayatna-śaithilya-ananta-samāpatti-bhyām« – Esta sutra se traduce como «La postura se logra al relajar el esfuerzo y permitir que la mente se disuelva en el infinito». Aquí, Patanjali sugiere que al liberar el esfuerzo excesivo en la práctica de las asanas y al permitir que la mente se calme, uno puede alcanzar una sensación de expansión y unidad con lo infinito.
**Mark Singleton,  El cuerpo del yoga: Los orígenes de la práctica postural moderna.

El profesor de yoga conoce el cuerpo de sus alumnos

«La mejor medicina de todas es enseñarle a la gente cómo no necesitarla».

Hipócrates

A veces, hay frases que se quedan grabadas en la memoria.

“El profesor de yoga conoce el cuerpo de sus alumnos”

¿Quieres que me preocupe de ti como alumno de yoga?

¿Buscas que mi compromiso contigo sea enseñarte y tenderte una mano para que aprendas, avances, cures y evites los problemas?

¿Te gustaría que te enseñe con corrección en un marco de seguridad?

¿Por qué y para qué practicas yoga?

¿Qué papel juego yo para ti?

¿Crees en mí y lo que te enseño?

OK…este es mi camino o mi energía o mi sino.  Enseño yoga por vocación y amor al arte.  Este es mi leit motiv.

Pero a veces, a lo largo del camino, encontramos baches, pinchazos, escollos…

  • No sabes cómo explicar o cómo alcanzar a un alumno.
  • Aparecen alumnos con resistencias –muy respetable y entendible- a los que te cuesta hacerles entender.
  • Se producen situaciones difíciles, conflictivas…retos…

Este es el día a día de un profesor, pero un profesor de yoga tiene que lidiar con peculiaridades más complejas.  Enseñar ASANA con el cuerpo y a otros cuerpos es una tarea complicada.  Intervienen muchos factores además del intelecto y las ganas de aprender.

El yoga es una ciencia. BKS Iyengar

El maestro Iyengar define el yoga como una ciencia.

Pero realmente es una ciencia muy diferente de las matemáticas.  Si no entiendes, en una clase de matemáticas, lo correcto y tu deber es preguntar ¿Por qué?  Pero en una clase de yoga resulta diferente, absurdo o a veces, fuera de lugar.

Te enseño para que aprendas, para tu bien, para tu salud…pero no puedo explicarte los entresijos y los recovecos del uso de un cinturón para que se produzca la apertura de pecho o la relajación de la tensión en la garganta.   En muchas ocasiones buscamos efectos sutiles que a ojos profanos no tienen sentido.

Tampoco puedo explicarte por qué elijo esta o aquella postura, porque quizás lo hago por tu vecina de antideslizante o porque toca, pero siempre teniendo en mente el bien general.

Cuestionarte al profesor de yoga está bien, cuestionar sus instrucciones también.  Para tus adentros y si quieres acércate a él, al final de la clase, y le planteas tus cuestiones.

Yo he participado en clases con profesores que no me han gustado.  No los profesores (o también) sino la práctica.  Entonces, no vuelvo…no me interesa.

Pero si vuelvo, repito y me vuelvo reincidente, es porque creo que esta persona está dando lo mejor de sí y me está transmitiendo lo mejor que sabe.  No es que ponga fe ciega* en ella, pero desde luego siento un gran respeto hacia ella.  Es el caso de mis profesores, de mi parampara.

*Poner fe ciega en alguien, por cierto, es un error en cualquiera de los casos.

En algunos casos no comulgo con ideas o pensamientos, incluso en algunos casos no comulgo con su forma de enseñar algunas asanas, o una secuencia, o una instrucción.  Pero sigo acudiendo a sus clases o les ofrezco mi máximo respeto porque sé que la enseñanza es genuina, inteligente, científica, contrastada y muy muy valiosa.  Y sobre todo sé que no me voy a hacer daño si sigo las instrucciones.

Los daños son siempre relativos, pero corregir una cervical a tiempo no tiene precio.  Por eso el profesor de yoga debe prestar una atención total (mindfulísticamente…jejeje…olé) a sus alumnos.  Me dicen que lo “veo todo”, pero es que así es como debe ser, no permito que un alumno no ajuste adecuadamente, quiero que aprendan bien y no se hagan daño, al menos mientras yo esté ahí.

Creo que la imagen de un profesor a lo lejos, pasota, en su antideslizante, que no corrija, que no te vea, que no te indique…no es lo que se debería esperar de un profesor.

Por esa atención personalizada también se acude a unos, y no a otros.  Por ese mimo y cuidado por un cuerpo, o varios, que no son el tuyo.  Y como decíamos:  El profesor de yoga conoce el cuerpo de sus alumnos.

Pero ojo, corregir es un arte, tocar es un arte, expresar instrucciones verbalmente es un arte.

Ese arte hay que estudiarlo, aprenderlo y recibirlo de profesores más experimentados.  No es intuitivo, no es una enseñanza fácil.

Enseñar es también el difícil arte de empatizar, entender, comprender y sentir compasión.

El yoga es una ciencia.  Enseñar Yoga es un arte, que no debe administrar cualquiera y desde luego “Un profesor de yoga es el que tiene alumnos”.  No un título, ni muchos.

 El profesor de yoga conoce el cuerpo de sus alumnosY supongo que, a modo de colofón, son esos alumnos los que te ratifican como profesor, confiando en ti y en la veracidad de tus enseñanzas.

HARI OM TAT SAT

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Yoga Hoy y en el Futuro

Conferencia

 

Cuando recibí la invitación para participar en la Bharat European World Yoga Conference contesté inmediatamente que sí.  Lo sentí y lo siento como un honor y una gran consideración hacia mi trabajo. El tema era «Yoga hoy y en el futuro»

Considero que compartir mi experiencia y mi trayectoria en el yoga puede ser valioso para muchas personas, en muchos aspectos.  Apostar por un sueño, una vida y unas creencias, es arriesgado, sí, intenso, MUCHO, energetizante… siiiiii… Pero con mi ejemplo quiero animar a los demás, no a tomar riesgos innecesarios, pero sí creer en los sueños.

Sigo pidiéndole a los Reyes o al Universo, sigo soñando y creyendo que un mundo mejor es posible si todos, o muchos, aportamos nuestro pequeño granito de arena.

Ya me conocéis (o no, aunque si estás aquí seguro que has leído o sabes algo de mí) pero mi apuesta fue grande.  Dejar el funcionariado no es fácil, en general se dan pocos casos, los que conozco suelen ir en la otra dirección. Hoy todo el mundo quiere ser “funcionario”, vivir del estado, trabajar con calma y sin estrés y tener muchas vacaciones.  Sí, es una aspiración humana: cubrir tus necesidades.  Pero no sé si alguna vez alguien se pregunta si va a lograr cubrir, descubrir y cumplir sus sueños.

Al final el trabajo y la vida, cuando son tu pasión, no tienen límites diferenciadores.  Trabajas o disfrutas, o mejor: disfrutas trabajando.  Evidentemente todo no es idílico.

Las relaciones con los demás –clientes, alumnos, proveedores, etc.- a veces no son fáciles (enseñanza);  la economía a veces no va bien, e incluso te cierran el centro porque sobreviene una pandemia (enseñanza);  a veces tu cuerpo se cansa y tu mente se nubla (enseñanza); a veces no aciertas en tus clases o te equivocas en el enfoque (enseñanza); a veces tienes que negociar el alquiler o vender un curso que es muy bueno pero la gente no lo sabe (enseñanza);  a veces estás triste (enseñanza); a veces no tienes fuerza (enseñanza)… Pero al final vas aprendiendo y creciendo y te das cuenta que todos los días vuelve a amanecer, un nuevo día llenito de horas (24) que pueden llenarte de felicidad, en todo caso de consciencia.

Y como yo me metí de cabeza en la transmisión del yoga para APRENDER y VIVIR en el camino del yoga, y como mi camino –y el de todos- es seguir aprendiendo, creciendo, madurando y llenándonos de más consciencia…pues aquí estoy MUY AGRADECIDA a todos estos aprendizajes que estoy obteniendo gracias a aquella decisión valiente de dejar el funcionariado.

Tengo la gran suerte de vivir mi verdad y poder sentir la auténtica coherencia o conexión de mi ser interior, de mi auténtico yo.

Vivo, trabajo, disfruto, animo, transmito, siento, practico, vivencio, reflexiono, comparto e intento reflejar TODO LO BUENO DEL YOGA.

Por eso, de verdad, aunque tenga que hablar en inglés, aunque tenga que prepararlo, aunque no me paguen (jajajjaja) y aunque tenga que dedicar un domingo por la mañana, levantarme pronto y reordenar mi día alrededor de la conferencia, me APUNTO.

Y si con ello todos comprendemos un poco más de qué es el yoga y cuál puede ser su FUTURO, bienvenida la conferencia.

La conferencia

Aquí os dejo mi intervención (minutos 18 a 35) y todas las de la mañana del domingo 21 de enero, por si os apetece verlo:

Mi conclusión

El yoga sigue evolucionando, o su práctica, o sus practicantes.  El asana también, y es precisamente este aspecto el que más sufre la evolución y desde luego, no tiene la mayor repercusión en el resto de los aspectos de yoga, ni siquiera en lo genuino del camino.  Por eso digo que hay siempre que retornar y volver a mirar las RAÍCES.

Todos sabemos que ASANA por sí mismo no es YOGA.  Yoga es un camino más amplio.  Las nuevas formas de práctica y las variantes infinitas que cada día se dan en los centros de yoga, no son más que la “calistenia o estructura deportiva saludable” para el cuerpo, la diferencia entre la práctica deportiva y la práctica del asana es la intención en la práctica y el fruto de salud que se deriva.  Además de la práctica de inversiones, que son un lujo al alcance de todos.

El camino empieza en los Yamas y Niyamas, y continúa con Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana y Samadhi.  Es muy pobre y muy triste la identificación simplista del yoga con la práctica de Asana.

Y aparte de esta evolución en el Asana, que es inevitable e incluso podríamos decir que saludable, creo firmemente que existe esperanza para el yoga (online o presencial) porque el camino es más largo, más rico, más amplio.  El Camino del Yoga nos proporciona las herramientas que conducen al ser humano de lo más mundanal a lo más celestial, entendiendo la metáfora donde lo celestial habla de la consciencia personal, la divinidad que YA somos todos y el sustrato común;  Lo celestial habla de un ser humano más pleno, más limpio, más luminoso, evolucionado, compasivo, empático.   Y como ya sabéis

“La PAZ del individuo, será la PAZ del mundo”

Hari Om Tat Sat

Yoga con Pesas

Los que me conocen saben que soy una friki del yoga, que me chifla, que lo disfruto, que difundo sus beneficios desde que comencé a sentirlos en mí, que fue muy al principio.  Y ahora toca otra novedad: Yoga con pesas.

En mi práctica de yoga personal siempre hubo pesas alrededor, esos discos de hierro que se colocan en una barra y que mis hermanos…jejeje…usaban en casa durante su adolescencia (y la mía, somos 4 en 4 años) y yo les observaba con cierto asombro y fascinación…jejeje.

Practico y enseño en la línea del Maestro Iyengar y los pesos formaban parte de mis “props”.  Sobre todo usaba pesos en mis muslos cuando quería relajar los cuádriceps en supta virasana.  Una postura compleja para algunos por las dolencias de rodillas y rigidez de la musculatura de la pelvis y la lumbar, pero una postura con inmensos beneficios.  Además en varias ocasiones he tenido un hombro congelado y Patxi Lizardi me enseñó cómo usar pesos para mi rehabilitación.

Pero es que, además, el uso de pesos sobre el cuerpo es muy útil para cuestiones terapéuticas y de relajación.  Evidentemente hay que saber colocarlos –esto es otra cuestión- y administrarlos adecuadamente.

Pero en general, también es sabido que el uso de pesos relaja el sistema muscular y por ende, el nervioso.  Por ejemplo, recuerdo, a modo de anécdota, que mi hijo se compró un edredón lastrado que le ayudaba muchísimo a dormir. Interesante.

Así que para mí tener pesas y accesorios era de lo más normal.  En algún momento además añadí un juego de tobilleras y muñequeras lastradas, para ponerlas sobre mí en algunos puntos…y así, poco a poco, fui evolucionando.

Teniendo pesas y lastres a mano, al principio, los usé a modo de improvisación, para fortalecer un poquito más y tener mayor estabilidad en mis posturas. Me colocaba muñequeras y tobilleras, y así poco a poco, empecé a introducir en mi práctica personal unas mancuernas y unas tobilleras…jejeje…y a jugarrrr….

Con las muñequeras siempre pensaba en tonificar un poquito más mis brazos cada vez que sostenía mis brazos en las posturas de pie y las tobilleras me ayudan a establecerme en posturas como Utthita Trikonasana o trabajar mis abductores en Ardha Chandrasana.  Cuando usas lastres encuentras una resonancia especial al no usarlos, una especie de refuerzo y estabilidad.  De la misma manera que colocar ladrillos debajo de tus manos para hacer Adho Mukha Vrksasana te devuelve más ligera en el siguiente intento.

No las usaba siempre, no con la misma intensidad.  De la misma manera, en mi casa, puedes encontrar pelotas de Yoga Miofascial (un curso que hice años), pelotas de Body Rolling ®, una práctica de Yamuna Zake, muy interesante, una especie de automasaje con pelotas súper reponedor.  Y unas paralelas de calistenia que encuentro muy útil cuando se me cargan las muñecas.  En definitiva, no sé si soy la friki del yoga o del aparataje y el trabajo corporal…jajaja

De esta manera tan “casual” fui introduciendo pesos en mi práctica, no todos los días ni en cualquier secuencia.  Sólo cuando decido que así sea, por cualquier peregrina razón.

Menopausia

El caso es que entre unas cosas y otras me he plantado en la menopausia: ¡Oh, cielos qué horror! (Tristón a Leoncio…jajajaj) y la vida sigue.  Sigue el trabajo, el quehacer diario, el cansancio, el estrés…y yo sigo yogueando y profundizando cada día más en mi meditación.  Pero, llegado este momento, me hago más consciente de los beneficios del yoga para mi salud.  Sí, que sí, que ya los conocía y sabía, pero hoy por hoy, los necesito.

Siento que mi cuerpo se cansa más, que me cuesta levantarme –achaques le llaman-, que a veces no estoy tan “rápida” ni tan “hábil”.  Que a veces mi cerebro se desborda de emociones y mi cuerpo, de repente, es un mar de sudor.  Mis hijos han crecido, mis obligaciones han cambiado, así como la demanda vital.  Afortunadamente.  Porque ahora todo me cuesta un poquito más, no llego a la velocidad que me era característica e innata.  Ahora siento que tengo que frenar, cuidarme, alimentarme con precaución y no dejar mi práctica de lado.

En este sentir y en este vivir, he comprendido y estudiado los beneficios del levantamiento de pesas, entonces ¿Por qué no Yoga con Pesas?

Aunando los beneficios del yoga con el levantamiento y sostén de los pesos puedo mantener mejor la masa muscular y ósea entrenando mi fuerza y equilibrio.  Sigo trabajando para proteger mis articulaciones y evitar lesionesMi postura, gracias al yoga, se mantendrá erguida.  Con la práctica de yoga aminoro los efectos hormonales y algunos estudios sugieren que el entrenamiento de fuerza puede ayudar a reducir los sofocos y la sudoración nocturna. Además, el ejercicio físico, incluido el entrenamiento de fuerza combinado con la práctica de asana, ayudan a mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.

Así que después de corroborar tan magníficos beneficios ¡Qué sería de mí sin el yoga! Cómo no voy a practicarlo y COMPARTIRLO.

Algunos Consejos:

Pero además, y hablando de menopausia, te dejo algunos consejos para empezar a levantar pesas en la menopausia:

  • Empieza con un peso ligero y aumenta gradualmente la carga a medida que te fortalezcas.
  • Concéntrate en los ejercicios multiarticulares, que trabajan varios grupos musculares a la vez. Simplemente sigue una secuencia adecuada y ve introduciendo tus pesos.
  • Normalmente en la práctica de yoga trabajamos la parte superior e inferior del cuerpo.
  • Empezamos con posturas de calentamiento (Adho Mukha Svanasana y variantes, Adho Mukha Vrksasana, etc…) y siempre, siempre terminamos bajando la energía hasta culminar y finalizar en SAVASANA.
  • Escucha a tu cuerpo y descansa cuando lo necesites. No te extralimites, sé sensata.

Con un poco de esfuerzo y dedicación, tu práctica de yoga con pesas puede ayudarte a disfrutar de una menopausia más saludable y activa.

Y que decir tiene que el Yoga con Pesas también puede disfrutarse y beneficiarte a cualquier edad.

Si quieres APRENDER YOGA y quieres APRENDER CON CORRECCIÓN…te doy la mano y te ofrezco mi curso YoGaLine, la mejor manera de llevar el yoga a tu vida.

Menopausia

La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que se caracteriza por la disminución de la producción de estrógenos y progesterona por los ovarios. Esto conduce a una serie de cambios físicos y hormonales que pueden afectar a la salud, el bienestar y la calidad de vida de la mujer.

Entre las necesidades físicas más comunes de las mujeres en la menopausia se encuentran:

  • Control de peso: La disminución de los estrógenos puede provocar un aumento de peso, especialmente alrededor de la cintura. Es importante seguir una dieta saludable y equilibrada, así como realizar ejercicio físico de forma regular.
  • Salud ósea: La disminución de los estrógenos también puede aumentar el riesgo de osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos. Es importante consumir alimentos ricos en calcio y vitamina D, y realizar ejercicio físico de impacto.
  • Salud cardiovascular: La menopausia también puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular. Es importante controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar en sangre.
  • Salud vaginal: La disminución de los estrógenos puede provocar sequedad vaginal, lo que puede causar molestias durante las relaciones sexuales y aumentar el riesgo de infecciones. Es importante utilizar lubricantes vaginales y acudir al médico si las molestias son intensas.
  • Salud mental: La menopausia también puede provocar cambios en el estado de ánimo, como ansiedad, depresión e irritabilidad. Es importante hablar con el médico si estos cambios son intensos o duraderos.

A continuación se ofrecen algunos consejos para cuidar la salud física durante la menopausia:

  • Alimentación saludable: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y pescado.
  • Ejercicio físico regular: Realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana.
  • Mantener un peso saludable: Evitar el aumento de peso y mantener un índice de masa corporal (IMC) saludable.
  • Dejar de fumar: Fumar aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y otros problemas de salud.
  • Reducir el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y otros problemas de salud.
  • Controlar el estrés: El estrés puede empeorar los síntomas de la menopausia. Es importante encontrar formas de manejar el estrés, como la relajación, el yoga o la meditación.

Si experimentas algún síntoma de la menopausia que te preocupe, es importante hablar con tu médico. El médico puede ayudarte a determinar la causa de los síntomas y recomendar el tratamiento adecuado.

Y si te interesa cuidarte, equilibrarte y transitar esta fase de la manera más natural posible: SIMPLEMENTE HAZLO.  Existen herramientas holísticas, naturales, sin contraindicaciones y muy al alcance.  Es una cuestión de intención y el camino aparece.

¿Qué nos ofrece el yoga durante la menopausia?

Pues creo que como ejercicio saludable, el yoga no tiene parangón.  La práctica de todos los tipos de posturas (de pie, flexiones hacia delante, hacia atrás, torsiones, inversiones, etc) tiene una repercusión directa en la salud.  Cada postura tiene un efecto y si esa postura se enmarca en una secuencia bien programada, los efectos de la práctica son invaluables.

Como profesora y practicante tengo que dar las gracias al yoga por estar en mi vida.  Como mujer menopáusica estoy súper contenta de contar con esta herramienta milenaria, de salud constatada, tanto a nivel físico gracias al Maestro Iyengar y su desarrollo postural, como a nivel mental, gracias a los efectos fisiológicos del asana, como a la influencia de la meditación.

Podríamos decir que todas las necesidades físicas de las mujeres durante la menopausia quedan más que cubiertas con la práctica de Yoga.    Tenemos yoga para la fuerza y la activación muscular, para la relajación mental, para trabajar el suelo pélvico, para trabajar el sistema hormonal.

El yoga consta de tantas formas, tantas aplicaciones y tantos efectos, que sinceramente, no tiene parangón.  Ahora, hay que aprender con corrección y de la mano de un profesor que conozca realmente los efectos de la práctica y sepa ayudarte a elegir y seleccionar aquello que a ti más te conviene.

Nuestra salud Física, Mental y Emocional agradecerán enormemente el esfuerzo de iniciar la práctica, porque ya sabéis que una vez que extendemos el antideslizante -siempre lo más difícil- lo demás viene rodado.

Y si no sabéis por dónde empezar, por supuesto os recomiendo mis cursos Yoga para la Mujer y Suelo Pélvico.

VIAJAR A INDIA

Me preguntaban esta mañana ¿Es tan emocionante viajar a India para una yogui?

Joer…¡Qué pregunta!…SÍ LO ES.

El país del dharma…

…el Bhagavad Gita, el YOGA, los Veda, el Advaita Vedanta, los rishis, los gurus…  Además del país de los colores, los olores, los contrastes, las grandes distancias y los antiguos trenes, los rickshaws, las vacas sagradas, la población respetuosa, sonriente…los templos, los ríos y naturaleza sagrada, las grandes montañas, los elefantes y los monos, la ingenuidad y la belleza, los piercing, los saris, los masajes y el Ayurveda.  Un país religioso y respetuoso.  Hasta hace muy poco un país absolutamente seguro.

Rickshaw, New Delhi

La velocidad y el griterío y detrás de una verja, el silencio de un Ashram, el espacio sagrado de Ramana Maharashi donde la meditación es la mejor de las sustancias, el encuentro con Amma y la pobreza, la enfermedad, la ayuda humanitaria, el proyecto Vicente Ferrer y los voluntarios que no descansan en años ni un día.

Me recuerdo sentada en el suelo dentro de una tienda con un rishi en los Himalayas, en la base del glaciar donde nace el Ganges en Gomuk.  La tienda asfaltada de alfombras, música de sitar y el recogimiento y la calidez interior que convivían con las ratas circundantes.  Un espanto o no, según se mire.

La sencillez y hospitalidad…

…de las casas inauguradas por el Proyecto Vicente Ferrer, los niños que mueren por picaduras de escorpiones, las aguas sucias, la salubridad por la que se preocupa Amma.  La naturaleza poderosa que se adueña del territorio humano y el humano que lucha por su integridad, por su dignidad, por su alimento.

DivinidadesIndia es una maravilla…

…para los ojos que ven, los ojos adiestrados, los ojos que no tienen pupila. India es enseñanza y aprendizaje, conexión con la vida, con lo básico.  Pero si quieres lujos, también los hay.

India es abrirse al paladar, a lo nuevo.  Es abrirse a los sentidos.  Y sobre todo es abrirse al momento presente, en ningún lugar mejor…o quizás, con más crudeza o frescura que en los demás lugares. Conectar con tu Ser es más fácil en un entorno tan diferente y tan impregnado de espiritualidad. Pura Vida.

Con esto no quiero decir que no existan otros lugares, o incluso, que los lugares no existan, porque cada uno vive y refleja lo que lleva dentro, en India, el Congo o Tegucigalpa.  Pero para mí India tiene una calidez, una familiaridad, un acogimiento que no me sucede en otros lugares tan lejanos o más cercanos.  Sin ir más lejos, pongamos que hablo de Madrid (recordando al gran Sabina).

Os recuerdo que este verano nos vamos a India de nuevo…jejeje…siiiiiiii….y que todos estáis invitados a embarcaros en este viaje.

Teresa y yo en Pondicherry

Hari Om Tat Sat

Yoga Restaurativo

Uhmmm…. Yoga Restaurativo… ¡Suena muy bien!  Es un estilo de yoga bastante nuevo, de nuestros días, nacido precisamente para cubrir una necesidad –también- “muy de nuestros días”.  Como dice Judith Hanson Lasater en su libro Relax & Renew:

El antídoto al estrés es la relajación”.

Como ya sabéis los que me conocéis y seguís de cerca, soy una ferviente admiradora de BKS Iyengar, sintiéndole mi Maestro, siempre maravillada de su legado.  Sabéis que defiendo el uso de props, que no el abuso de ellos.  Pero BKS Iyengar demostró su gran generosidad desarrollando todos estos artilugios para el uso y disfrute de la Humanidad.

Judith Hanson Lasater aprendió mucho de BKS Iyengar y siguió la estela de su legado, desarrollando a su manera, este estilo o modalidad de yoga tan especial.

Y como dijo el Maestro:

“Que mi final sea vuestro principio”

o lo que es lo mismo, desde el trampolín de mis enseñanzas (las suyas), cada uno, debe seguir evolucionando.  En este tema, el del restaurativo, Judith cogió las riendas y comenzó a desarrollar, estudiar, dedicar su tiempo a ayudarnos a restaurar nuestro sistema, ese que llaman “cuerpo” y todos los demás –alma, energía, espíritu y mente-, que le acompañan.

Y es que darnos un baño de Yoga Restaurativo, practicar la Meditación, el Mindfulness o Yoga Nidra, nos ayuda a restaurar nuestro pobre y crispado sistema nervioso, y por si fuera poco, todos los demás sistemas y órganos.

Muchas dolencias, enfermedades y problemas necesitan de esta práctica de yoga “con calma”, con respeto al silencio y la necesidad de ir un poco más despacio. Y como todos os imagináis el estrés tiene mucho que ver en todo esto.  Y es que hasta los niños pequeños andan «estresados».  ¡Madre de Dios!

Un espacio acogedor, una temperatura amable, unos props (apoyos) blanditos, una voz suave que nos dirige y nos sitúa en el momento presente, en ese de sentir sólo el cuerpo y conectar con un aquí y ahora acogedor, donde poder soltarse y desfondarse, donde dejar que la mente ralentice su velocidad y el “mono loco” se vaya a otra jungla a jugar.  Esto debería ser la banda sonora de la clase de yoga restaurativo, un bien hacer en los detalles, un cuerpo depositado correctamente sobre un amigable sostén.

«Dejaré que mi cuerpo
                fluya como el agua sobre los mullidos almohadones».

SAFO

fluir para descansar

Sí, dejaremos que en la práctica de yoga restaurativo todos nuestros sistemas se vuelvan fluidos, se limpien los vrttis, las tensiones, los canales obturados…y podamos fluir en energía, salud, vitalidad.

Se trata de tomar un “respiro” reponedor para continuar en el día a día con más vigor, energía y sobre todo: alegría de vivir.

Pero es necesario el discernimiento.  El cuerpo no debe colocarse de cualquier manera, los props no deben brillar por “abundantes” sino por “adecuados”, la técnica debe adecuarse a cada cuerpo y estructura.  Hay que aprender cómo y aplicarlo con corrección y utilidad.  Y esto me recuerda aquello de Sentido y Sensibilidad, novela de Jane Austen, que aunque no venga al caso creo que esas dos palabras brillan por su ausencia en el mundo del yoga y tienen muchíiiiiisimo sentido en esto del Yoga Restaurativo.  La experiencia, como todo, es un grado.  También para descansar.

Cada persona es un mundo y cada uno de estos tiene sus propias necesidades, fisionomía y fisiología, así como psicología.  Por tanto, hay que aprender a ajustar, a entender, a diferenciar el polvo de la paja. Y sobre todo y lo más importante es “aprender a sentir”, algo que viene de serie y sin embargo, no practicamos.

Y para los que quieran dar un paso adelante y conocer de cerca los beneficios del Yoga Restaurativo, podéis encontrarlo en la Escuela Online.

Keep Going…and relax & renew!!!

Hari Om Tat Sat

curso Yoga Restaurativo