El yoga de los ocho pasos o “Ashtanga Yoga” es el yoga de Patanjali. Sin más. No comments…jejeje
Hoy en día conocemos Ashtanga® como un método de yoga que aprendió Pattabhi Jois de la mano de Krishnamacharya. Este último tuvo muchos discípulos y supongo, que a todos enseñó el mismo tipo de yoga: el de Patanjali
Tirumalai Krishnamacharya (1888–1989) fue un influyente maestro de yoga y Ayurveda de la India, considerado como uno de los arquitectos del yoga moderno. Su legado y enseñanzas han tenido un profundo impacto en la difusión y evolución del yoga en todo el mundo.
Krishnamacharya dejó un impacto perdurable en el mundo del yoga, ya que fue el Maestro de muchos de los yoguis más influyentes del siglo XX, incluidos B.K.S. Iyengar, Pattabhi Jois y su propio hijo, T.K.V. Desikachar. Cada uno desarrolló su propio enfoque basado en las enseñanzas de Krishnamacharya.
CONCLUSIÓN: casi todos los occidentales practicamos en la línea de Patanjali y sus sutras serían la base en la cual se asienta la práctica.
Puntos a tener en cuenta sobre los Yoga Sutras:
- Patanjali habla en sus 196 aforismos o sutras de la filosofía y la ciencia del yoga, de cómo el ser humano puede hacer para liberarse de las cadenas del sufrimiento.
- De los 196 sutras se hace referencia específica a “asana” en tan sólo dos sutras*.
- Hoy sabemos que Krishnamacharya y otros** unieron la gimnasia sueca, con posturas de yoga y desarrollaron el cuerpo de lo que hoy se considera el yoga. Y también sabemos que cada día aparecen variantes y nuevas posturas. Yoga-asana no es lo que creemos. El yoga evoluciona hacia un tipo de calistenia o ejercicio físico, eso sí, muy muy completo (gracias a la contribución de las invertidas y a la gran variabilidad de posturas y grupos posturales, de aquí la importancia de las secuenciación diaria, semanal, mensual).
Pero de esto que estoy hablando es sólo de la práctica de ASANA, un simple y pequeño apartado de lo que constituye el corpus del yoga.
Por eso, cada día me doy más cuenta de la importancia de adaptar mi práctica a mis circunstancias. Porque lo que realmente nos indica Patanjali es lo que también decía el poeta romano Juvenal:
Mens sana in corpore sano
Desde el cuerpo más grosero, el cuerpo físico, vamos yendo hacia los cuerpos más sutiles –mental, energético, espiritual, de dicha-. Pero el cuerpo como vasija contenedora es importante, pero no es el objetivo real de la práctica de YOGA.
Por eso, las disquisiciones sobre “Yo practico Iyengar y tu Ashtanga” «¿Ashtanga Yoga? “Yo hago vinyasa, tu hatha” ¿Hatha Yoga?… no tienen mucho sentido y menos tendrán cuanto más nos alejemos de sus orígenes. Desde mi punto de vista, por mucha que se intente mantener la enseñanza de un Maestro intacta a través de asociaciones es imposible, una utopía.
La enseñanza y la transmisión, como el mismo ser humano, son susceptibles de evolucionar -afortunadamente-.
La vida es pura evolución y a partir de unos años a esta parte, parece como que todo se ha disparado en velocidad. Y así es y así debemos entender y adaptarnos.
¿Y yo? ¿Qué practico?…pues yo me quedo en la enseñanza aprehendida -y aprendida- de aquí y de allá. Desde los profesores más grandes en la línea Iyengar hasta otros, también muy grandes, que han evolucionado en sus formas, aprendizajes y comprensiones. Donna Farhi, Martine Le Chenic, François Raoult, Judith Hanson Lasater, etc…son ejemplos de profesores que conocen muy a fondo el sistema Iyengar, pero han evolucionado en sus formas.
Y así es como debe ser.
Somos miles de seres humanos en la tierra y a todos no nos va bien lo mismo. El keniata corredor tiene poco que ver con los maoríes y sus Hakas. Suerte tuve con la baraja famosa de las familias…jajjajaja….que disfrutamos los niños de mi generación…jeeje
En definitiva y en resumiendo… la práctica física de yoga que tanto nos separa, no es otra cosa que mantener un cuerpo sano, equilibrado, con sus capacidades en óptimas condiciones de uso. Si tengo una minusvalía procuraré que mi cuerpo sea funcional y siga siéndolo.
Yo también practico Ashtanga Yoga…pero el de Patanjali.
Hari Om Tat Sat
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*En los Yoga Sutras de Patanjali, se hace referencia específica a las asanas en dos sutras:
- Sutra 2.46: «Sthira-sukham āsanam» – Este sutra se traduce comúnmente como «La postura debe ser estable y cómoda». Aquí, Patanjali establece la importancia de la estabilidad (sthira) y la comodidad (sukha) en la práctica de las asanas. Este sutra proporciona la base para entender la importancia de mantener un equilibrio entre firmeza y facilidad en la postura física.
- Sutra 2.47: «Prayatna-śaithilya-ananta-samāpatti-bhyām« – Esta sutra se traduce como «La postura se logra al relajar el esfuerzo y permitir que la mente se disuelva en el infinito». Aquí, Patanjali sugiere que al liberar el esfuerzo excesivo en la práctica de las asanas y al permitir que la mente se calme, uno puede alcanzar una sensación de expansión y unidad con lo infinito.