Adecuar la práctica de yoga a lo largo del ciclo femenino y sobre todo durante la menstruación es muy importante.
Durante la menstruación y desde el punto de vista del Ayurveda (ciencia médica hermana del Yoga) la guna pita se exacerba en el cuerpo de la mujer, por decirlo de alguna manera, diríamos que hay más elemento fuego en nuestro cuerpo. Debido a esto la práctica, alimentación y hábitos deben ayudarnos a equilibrar y minimizar los efectos de este guna.
De hecho la práctica de yoga durante la menstruación nos conduce a paliar los efectos energéticos asociados a este momento cíclico de las mujeres.
La relación entre las gunas y la menstruación
Puede entenderse desde una perspectiva energética y emocional:
- Sattva (claridad y armonía): Durante el ciclo menstrual, momentos de sattva pueden manifestarse como un mayor sentido de introspección, calma o claridad. Algunas mujeres experimentan mayor conexión con su intuición durante este período, buscando descanso y autocuidado.
- Rajas (actividad y agitación): Antes o durante la menstruación, el aumento de rajas puede traer consigo emociones intensas, ansiedad, irritabilidad o una sensación de inquietud. El cuerpo y la mente están más activados, lo que puede generar altibajos emocionales.
- Tamas (inercia y pesadez): La menstruación a menudo se asocia con un incremento de tamas, lo que puede generar cansancio, pesadez, letargo o confusión mental. Es normal que el cuerpo pida descanso y tiempo para recuperarse.
Dependiendo de tu estado general las gunas pueden afectar a tu menstruación. Una predominancia de tamas puede hacer que sientas más fatiga durante la menstruación, mientras que mucho rajas podría intensificar el dolor o la irritabilidad. Un equilibrio de sattva puede ayudar a atravesar el ciclo con mayor serenidad y aceptación.
El ciclo menstrual es un momento de fluctuación natural de estas energías, y el equilibrio entre ellas afecta cómo vives esos días.
Ajustando el ciclo menstrual
No sólo deberíamos aprender como yoguinis a ajustar la práctica durante la menstruación, sino a lo largo de todo el ciclo. Porque cómo actuemos y practiquemos a lo largo del ciclo va a afectar positiva o negativamente a la totalidad del período, así como a nuestra fertilidad y salud ginecológica.
También nuestros hábitos posturales afectan a nuestra pelvis y por tanto a todos los órganos que allí se alojan.
Hay momentos del ciclo donde nos encontramos pletóricas de fuerzas y es ahí donde hay que aprovechar para que la práctica sea más vigorosa, mientras que cuando vamos acercándonos a la menstruación hay que desacelerar y realizar un práctica más tranquila. Durante el período menstrual evitamos las invertidas -origen de grandes controversias- y sin embargo, cuando finalizamos el período (última gota) empezamos a practicar sobre todo «invertidas» -2 ó 3 días después- para que el útero vuelva a su situación normal y se «seque» y repose adecuadamente.
Inversiones y menstruación
Parece ser que la ciencia y sus investigaciones nos dicen que no hay nada de malo por invertirse durante la regla, porque esta va a continuar igual…y yo pienso…y reflexiono…
Bueno, si sólo haces el pino (Adho Mukha Vrksasana) un poquito y vuelves, o si subes a Salamba Sarvangasana 2 minutos y vuelves…puede ser que no ocurra nada.
Perooo….creo que esto no es lo que hacemos las mujeres que practicamos yoga según nos transmitió el Maestro Iyengar. Dicen que las astronautas con gravedad cero no pierden la regla…uhmmm…. ¿Cuántas astronautas han sido objeto de este experimento? ¿Han seguido un registro de los efectos de la no-gravedad al cabo de los años?
Bueno, vuelvo a tomar el Ayurveda como referencia. Y no es que yo no crea en la ciencia y en la medicina moderna, no. Lo que ocurre es que creo que se apresuran a dictar dogmas de fe cuando nada es absoluto y la vida nos demuestra cada día, la relatividad de los dogmatismos y de los descubrimientos. De hecho, la ciencia sigue investigando y rehaciéndose y corrigiéndose todos los días, afortunadamente.
En el Ayurveda se nos dice que todos los productos de deshecho –mala– hay que expulsarlos. No es bueno o saludable retenerlos.
«मल» (mala), significa impureza o residuo. «Mala» es un término utilizado en textos ayurvédicos y yóguicos para referirse a las impurezas o residuos que el cuerpo necesita eliminar, como el sudor, las heces, la orina y la sangre menstrual.
Los niños no deben sorberse los mocos, no es saludable; las heces no deben retenerse, podría ser el origen de un trastorno de estreñimiento o flatulencias; está demostrado que los antitranspirantes (que no los desodorantes) son el origen de algunos cánceres de mama, etc…
De la misma manera tenemos que permitir que la sangre menstrual fluya hacia el exterior. Si me invierto 2 minutos al día probablemente no hay problemas.
Pero señores y sobre todo Señoras: Adho Mukha Vrksasana entre 2 a 4 minutos (subo y bajo), Pincha Mayurasana… Sirsasana -10 minutos- y Salamba Sarvangasana -entre 10 a 20 minutos-… este un TIEMPO más que suficiente para que la sangre menstrual (mala) se dirija hacia las trompas de Falopio (que no de Eustaquio…jajajaj) y puedan originarse problemas.
En todo caso las posturas invertidas para muchas personas no son más que un factor más de aumentar el fuego –pita– en el cuerpo, algo que no nos favorece nada durante la menstruación.
En la Escuela podéis encontrar un curso estupendo, muy clarificador y también muy PRÁCTICO sobre Yoga para la Mujer -qué evitar y qué deberías practicar para cada momento del ciclo- y una conferencia de Ayurveda muy sencilla, iniciática diría yo, para empezar a comprender cuál es esta cosmovisión del Yoga, del Samkhya y del Ayurveda, y qué son las Gunas.