Viajar a Rishikesh siempre es una experiencia catártica.

Viajar a Rishikesh siempre es una experiencia catártica.

El Ganges en Rishikesh

Mezcla anacrónica e inarmónica de colores, de rostros, de procedencias, con una búsqueda común: La búsqueda del ser.  La búsqueda o la inquietud que nos conduce al camino. Camino a Rishikesh, un camino atemporal.

De diferentes orígenes y de todos los puntos cardinales, proceden los yoguis y yoguinis, reuniéndose en esta denominada “Ciudad del Yoga”.

Encontramos vestigios de sabiduría en lugares concretos, donde el tiempo se detuvo en muchos aspectos y la enseñanza sigue viva.  Pero hay que buscarla como aguja en un pajar.

Reunión con Óscar en el ashram de Dayanananda

Entre ellos el ashram de mi querido y estimado Swami Dayananda Swarasati, refugio de paz y conocimiento, donde siempre es un placer sentirse acogido, comer rico y disfrutar de su entorno y su energía. En este último viaje (agosto-24) además, tuvimos la suerte de tener un encuentro con Óscar Montero, un alumno avanzado del Maestro y poder disfrutar de una pequeña charla muy instructiva.  Gracias Óscar, ¡namaste!

Ya sirve casi de todo: Venta y comercio a pie de calle en frente de tiendas bien diseñadas, yoguis paseando con sus mats y sus tote-bag “tipo ashram”, sadhus descansando, ancianas pidiendo, vacas -impunes y benditas- de paseo, masajes y smoothies, aratis y ropa.

Rishikesh puede ser el primer peldaño de ascenso a los Himalayas y también el último donde encontrar mercancías del Nepal.  Desde ropa de abrigo de marca y calidad, cuencos tibetanos y artesanía variada.

Hoteles y restaurantes a la medida del turista, del turista del yoga, claro está. Masajes, ensaladas, mucho dulce… hasta restaurantes en el aire, rafting en el Ganges, Bungee jumping (OMG) o Panchakarma a medida.

Y la Ganga, el Ganges, la diosa sagrada que vierte sus aguas, diosa de la purificación y la redención, con una importancia espiritual, mitológica y cultural que atraviesa todas las capas de la sociedad india.

Origen mitológico de Ganga

Shiva lleva a Ganga en sus cabellos

Una de las leyendas más significativas relacionadas con el Ganges es la historia del rey Bhagiratha. Después de una maldición que destruyó a sus antepasados, Bhagiratha realizó severas austeridades para traer a la diosa Ganga desde los cielos a la Tierra, de modo que sus aguas pudieran purificar las cenizas de sus antepasados y liberarlos de sus pecados.

Cuando Ganga descendió a la Tierra, su poder era tan grande que podía haber causado destrucción. Para mitigar el impacto, Shiva, el dios de la destrucción, atrapó las aguas de Ganga en su cabello, permitiendo que fluyeran suavemente hacia la Tierra. Este acto de Shiva es fundamental en el simbolismo del Ganges, que fluye desde las montañas del Himalaya como una bendición divina.

Ganga como divinidad

Baño purificador en el Ganges

La diosa Ganga es venerada por su capacidad de purificar el karma de las personas. Se cree que bañarse en sus aguas, especialmente durante festivales como Kumbha Mela, limpia los pecados acumulados de las vidas pasadas y presentes.

Además de ser una deidad, el Ganges es crucial para la vida de millones de personas en la India. Se le considera un símbolo de fertilidad y vida, ya que riega vastas áreas de la India, sustentando tanto la agricultura como la vida cotidiana.

La profunda devoción hacia el Ganges se ve reflejada en los rituales diarios, como la Ganga Aarti, una ceremonia de adoración con fuego que tiene lugar todas las tardes en las ciudades sagradas como Varanasi, Rishikesh y Haridwar.

Los hindúes creen que aquellos que mueren cerca del Ganges o cuyas cenizas son esparcidas en el río obtienen moksha, la liberación del ciclo de renacimiento y muerte (samsara).

Ganga es adorada como la «madre» que nutre y cuida a sus hijos, dándoles no solo sustento físico con el agua, sino también liberación espiritual.

Ram Jhula, puente colgante en Rishikesh

 

En definitiva, volver a Rishikesh por una u otra razón (estudio, práctica, turismo, búsqueda…) es siempre una experiencia inolvidable.  Para algunos la posibilidad de vaciarse, para otros la posibilidad de descubrir y otros, turistear y disfrutar.  Una experiencia para todos los gustos.

Yoga en Vacaciones